lunes, 2 de junio de 2014

ARTÍCULO 9


ROMANCES ÉPICOS




CANTARES DE GESTA


Durante la Edad Media en Europa una de las manifestaciones literarias fueron los Cantares de Gesta.

Los Cantares de Gesta eran largas composiciones poéticas en versos de arte mayor, frecuentemente alejandrinos, aunque con una métrica irregular, descuidada, de entre 12 a 18 sílabas, lo que llevó posteriormente a dividirlos en dos hemistiquios, que evolucionó posteriormente en los romances octosilábicos.
Origen de la Épica Romance

Los poemas épicos o Cantares de Gesta son narraciones en verso de carácter heroico. Su objeto era cantar o relatar la vida de personajes importantes, sucesos notables o acontecimientos de vida nacional que merecieran ser divulgados. Debido a su carácter oral la mayoría de ellos

Su probable origen es que un poeta, que se ha servido de materiales del patrimonio popular o colectivo, los haya redactado.

A lo largo de los siglos los romances se han visto influenciados por raíces germánicas, (la crueldad de las venganzas de la mujer), francesas, debido a las numerosas peregrinaciones a Santiago, y arábigas (las “archuzas”, semejantes a nuestra épica).

Los Cantares de Gesta narran sucesos históricos, semi-históricos o legendarios, cuya trama y argumento el auditorio es posible que conozca.

El griego que escuchaba la Iliada sabía lo que había pasado en Troya, el francés que escuchaba el Roland, sabía que el traidor Gauelan sería castigado y el castellano que oía los Infantes de Lara sabía que Mudarra vengaría a sus hermanos.

En Francia el ciclo Carolingio: La Chançon de Roland, Garin de Monglave, Don de Mayance o de Maguncia , el ciclo de las Cruzadas y la Materia de Bretaña

De origen germánico: El Cantar de Hildebrando, el Cantar de Ludovico, los Edda, las sagas: La Saga de Teodorico, los Nibelungos.

En Inglaterra: el Ciclo Artúrico. El Beowulf, que aunque de origen germánico puede ser considerado anglosajón, otros poemas épicos anglosajones:
Se trata de textos preservados en el llamado Exeter Book, un códice del siglo X y escrito en el dialecto sajón occidental, que suele considerarse como la variante “clásica” del antiguo inglés.
Cuatro son los textos que junto con el Beowulf nos han quedado en testimonio del más antiguo repertorio épico anglosajón; son éstos los fragmentos de La batalla de Brunanburb y La Batalla de Maldon, El Lamento de Deór y Wídsid.
La batalla de Brunanburb y La Batalla de Maldon, dos poemas que, al tiempo que muestran el desarrollo último que alcanzó el género en Inglaterra, constituyen todo el resto de la poesía épica insular conservada.

En España: El Cantar de los siete infantes de Larao Salas, donde se narra una venganza largamente postergada entre familias rivales. Su argumento nos es conocido a partir de versiones cronificadas en prosa.

Cantar de Bernardo del Carpio, poema perdido que narraba la trágica historia de un bastardo de origen noble por liberar a su padre, el Conde de Saldaña, encarcelado por haberle engendrado en una princesa real; en sus esfuerzos por rehabilitar la honra familiar, es injustamente tratado por su rey Alfonso el Casto. Su argumento se ha podido deducir a partir de las crónicas.

El Cantar de Fernán González, cantar perdido que ofrecía una versión anterior al Poema de Fernán González, este último escrito en cuaderna vía.

El Cantar de Sancho II y el Cerco de Zamora podría haber sido compuesto unos años después del asedio del rey Sancho II de Castilla a Zamora. Se conserva en prosificaciones de la Historia de España. Narra la muerte de Sancho a manos de Vellido Dolfos para lograr la liberación del cerco de Zamora y del duelo entre los hijos de Arias Gonzalo y Vellido con Diego Ordoñez y Rodrigo Díaz de Vivar.



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